ArteBA 2018 / by Aldo de Sousa

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ARTEBA / MAYO 24-27 / 2018 / LA RURAL

ENSEÑAR EN EL SENTIDO DE MOSTRAR

Desprender del ramaje varias voces y guardarlas, esa es la herencia. Montar guardia en la memoria y conocer y dar a conocer todo lo que hay en lo entrevisto

Claudio Girola fue un escultor vanguardista. Su obra se caracteriza por la reflexión tautológica de los componentes propios del lenguaje del arte – especialmente la línea-, la explotación de escasos elementos, la inclusión de materiales industriales y la experimentación en torno a la base, objeto que tradicionalmente no formaban parte de la obra. Sin embargo en esta ocasión, lo que más nos interesa recuperar es su labor docente. Su desempeño como profesor ocupó gran parte de su vida, actividad a la que se dedicó con tal compromiso que puede considerarse como parte de esa genealogía de artistas-maestros dedicados a la elaboración de métodos de enseñanza propios, desarrollados con las mismas herramientas y entrega con la que construyen su obra.
Se propuso a la reunión de autores que conforman este envío, trabajar sobre estas mismas premisas y sus posibilidades germinales. Así el artista chileno Benjamín Ossa, continuando con la recuperación de materiales industriales, presenta una serie de objetos realizados en cobre o aluminio. Cada pieza está construída a partir de lo que denomina “formas dependientes”, paneles metálicos superpuestos que dispone a intervalos regulares como páginas de un libro.
Pablo Lehmann plantea en la serie “Enciclopedias” una reflexión en torno al objeto. En su hacer amplía definiciones que suscitan su interés para luego dibujarlas y calarlas sobre la imagen, conformando una red que simula el funcionamiento de las palabras y sus sentidos en los procesos de aprendizaje, los que convoca desde hace años cada viernes en sus clases en el UNA. En sintonía, los libros de Débora Pierpaoli resaltan el sentido del tacto, un modo de aproximarse a la realidad,en este caso, a las artes visuales. Es que, además, se desempeña como maestra de no videntes. Esa mezcla alquímica de cerámica, texturas y pintura posibilita una percepción alternativa de las obras, que se puede volver análoga a la recreación de la acción creadora de la artista. Las teorías pedagógicas sostienen que el saber es abierto, se le otorga al otro para que lo aprehenda a su manera por eso se lo denomina proceso de transferencia, del mismo modo que funcionan las obras de arte.
Jorge Lezama tuvo una activa participación en el campo del arte desde los años ‘50 hasta los ‘80,
de hecho formó parte de la primera edición del Premio Braque que ganaría Girola en 1963. Luego concentraría su actividad en la vida académica. Sus cuadernos acumulan diversas teorías que ilustra para elaborar los apuntes que otorgaría a sus alumnos. Esos documentos exquisitos nos muestran cabalmente su forma de entender los elementos del lenguaje y con ellos las diversas fórmulas que inventaría para construir su obra.
En esta tradición no podía faltar Diana Aisenberg, la autora piensa la pintura como una escuela. Allí donde los historiadores ven quiebres, ella percibe un método de aprendizaje. Los medios de los que se vale para la educación son aquellos presentes en su obra. Plantea el movimiento de la mano como un gesto de la historia. Cuando entendemos que “todo artista es un maestro” la educación adquiere otra forma, toma velocidad y es difícil percibirla.
Girola, bajo su gestión como rector de la Universidad de Valparaíso, organizó en 1965 la primera Travesía de Amereida cuyo itinerario intentó unir Tierra del Fuego y Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. Ese primer viaje poético fue realizado junto a sus alumnos para trabajar sobre la percepción sensible del entorno. Esa aventura es repuesta una y otra vez en las obras de estos autores.