Galería Ruby
14 de junio al 22 de julio de 2017
Buenos Aires
Curaduría: Carmen Ferreyra
ARTISTAS
Daisy Aisenberg, Carla Bertone, Florencia Bohtlingk, Claudia del Río, Verónica Di Toro, María Ibánez Lago, María Guerrieri, Silvia Gurfein, Graciela Hasper, Catalina León, Mariana López, Valeria Maculan, Adriana Minoliti, Deborah Pruden, Inés Raiteri, Leila Tschopp, Paola Vega.
COMO EMPEZAR UN GRUPO
17 artistas.
Es increíble que en el 2117 (no es un error tipográfico) aún tengamos que preocuparnos por la inclusión de la mujer en el mundo del arte. (Y también, en todo el resto de los ámbitos.) Pensar a este grupo sólo desde el punto de vista de la pintura es erróneo. Todos sabemos que este grupo es político, es activista, es revolucionario.
PintorAs es un grupo político. Carol Hanisch ya lo dijo en 1969, lo personal, es político: “no hay soluciones personales en este momento. Sólo hay una acción colectiva para una solución colectiva.”2 Incluso, lAs más apolíticAs—lAs que respondieron a mis mails con preguntas sólo hablando de pintura no en términos directamente políticos—tuvieron respuestas tan o más políticamente fuertes que aquellas que hablaban explícitamente de la política detrás de PintorAs. La lucha y el debate político es la clave para una buena práctica política. PintorAs pone en acción y en vida una teoría política que se plasma más allá de la palabra.
PintorAs es un grupo activista. La independencia y exposición que buscan estas artistAs no existe sin acción. Reunirse, pensar, debatir. MOSTRAR. Eso es ser activista. La autogestión—la bandera más grande detrás de este grupo—es activismo por excelencia. La lucha por el aborto legal y público. La lucha por el acceso a la salud pública. La lucha por el reconocimiento del género con el que cada una de nosotrAs nos identificamos. La lucha por la igualdad de géneros—sea cual fuere el género. Eso es activismo en su forma más fuerte.
PintorAs es un grupo revolucionario. PintorAs busca un cambio drástico en cómo se piensa y se ve la pintura, hecha por mujeres. Es revolucionario porque PintorAs busca un cambio drástico en el rol de la mujer en el arte, como productorA, como ejecutorA. Es revolucionario porque PintorAs busca un cambio drástico en el lugar que la mujer ocupa en la Historia del Arte. Es revolucionario porque con esta muestra que incluye propuestas más allá de la plástica, PintorAs busca un cambio drástico con cuestionamientos actuales del feminismo, abriéndose con una llamada incluyente, entendiendo al
feminismo como el motor que impulsa el cambio.
En Cómo Empezar un Grupo, PintorAs reflexiona sobre la nostalgia de la pintura. PintorAs trabaja no sólo en la construcción de la historia de la pintura producida por mujeres en el presente, si no también estudia el trabajo referencial hacia la construcción de la historia del arte de un pasado (o de un futuro, como me aclaró Adriana Minoliti, co-fundadora de PintorAs). Mientras algunos trabajos presentados en esta muestra exploran la construcción de una historia que legitime el trabajo de PintorAs que lAs precedieron, otros proponen la construcción de caminos alternativos, para que estén a disposición de futuras generaciones, dejando un legado para posteriores reinterpretaciones.
Este trabajo de construcción se observa en el proceso creativo de cada unA de las PintorAs. El proceso, que nace en el taller y sigue en la tela, el bastidor, la palabra o cualquier otra forma que la obra requiera, continúa en talleres de obra que muchAs de ellAs dictan de una manera casi militante. En ese trabajo de transmisión de conocimiento, también se transmite el espacio de producción y esto es formativo para las próximas generaciones de PintorAs. Es a través de ese proceso de acción que se hace escuela, se hace política, se hace activismo y revolución. MuchAs resguardan su espacio, lo cuidan y lo comparten de manera seleccionada. OtrAs lo tienen abierto para todo el que quiera acercarse y aprender. En otrAs (en todAs, mejor dicho) la pintura se mezcla con la familia y el hogar. La pintura está presente en todos estos espacios y es todo lo que lAs rodea y al fin y al cabo, la materia que lAs une.
Cada PintorA tiene una historia particular en su relación con la pintura. Y todAs trabajan para que el número creciente de obras creadas por mujeres en colecciones, exhibiciones y acervos no se languidezca en depósitos, en los cuartos del fondo, ocultos y menos accesibles de museos y colecciones (algo que resaltó y por lo que trabaja arduamente Paola Vega, también co-fundadora de PintorAs). Cómo Empezar un Grupo es tan sólo un episodio más dentro del proceso largo y continuo de exposición de artistAs mujeres. Un llamado al correctivo necesario para la distorsionada historia del arte.
PintorAs es feminista, cuestiona el sistema patriarcal de valores de la historia del arte y hace las preguntas de rigor: “¿Cómo se estructura la historia del arte? ¿Quién está haciendo las preguntas, cómo se enmarcan, y qué suposiciones llevan? ¿Cómo y quién confiere el valor histórico del arte?”3 Linda Nochlin respondió todas estas preguntas hace ya cuatro décadas.4 Parecen no escuchar. Aún hoy, lAs mujeres seguimos trabajando para cambiar a las instituciones y exigir una educación igualitaria.
En Cómo Empezar un Grupo, PintorAs da un paso más con esta nueva itinerancia de muestra colectiva, proponiendo miradas incluyentes, abriendo diálogos y debates con futuras generaciones. PintorAs clava la aguja justo ahí donde molesta.
Porque aunque estemos en el 2017, sigue existiendo esa tensión entre la vida familiar, el rol de la mujer y el trabajo. Sigue habiendo una falta de apoyo institucional para la licencia por crianza que hacen excepcionalmente difícil, si no imposible, que muchAs mujeres reanuden sus profesiones y pasiones creativas.5 Esperemos que esto cambie para el 2117, y que ser feministA, políticA, activistA y revolucionariA, no se sienta como empezar de nuevo, todo el tiempo.
Carmen Ferreyra, Buenos Aires, 2017