arteBA 2017
Stand B01
24 al 27 de mayo de 2017
La Rural, Buenos Aires, Argentina.
Algunos pensadores coinciden que el pliegue es la expresión de la materia cuyo elemento genético es la inflexión: desviación o curvatura de un objeto recto y plano. A partir de estas teorías Raúl Mazzoni desarrolla una serie de pinturas que plantean la ilusión de un campo doblado como un tromp l’eou a través de la yuxtaposición de planos y un eximio oficio pictórico. El concepto de materia leibziana da cuenta de una fuerza activa, que por compresión-distensión, genera cuerpos unidos por su elasticidad.
En sintonía, Enio Iommi construyó sus esculturas de la línea “Formas continúas” desde una única pieza, un componenete constante y fluido, sin partes ni separabilidad. “Corte y forma” se trata de una serie de obras que Benjamín Ossa elabora a partir de lo que llama “fenomenología cotidiana”. Se tratan de investigaciones sobre aquellos acontecimientos físicos que determinan nuestro modo de interaccióny comportamiento, entendiendo la experiencia física que ejercen sobre las cosas u objetos como ideas o una forma de lenguaje.
Lo que caracteriza la materia viva de la inorgánica es su capacidad de replegamiento interno, Jorge Pereira en su serie “Multi-espacial” elabora su pintura en los cantos, desbordando la tradicional pantalla pictórica. La misma lógica aplica en sus fotogramas, más gestuales, que en el juego de lo posible se expanden al infinito. Agustina Quiles realiza obras en papel que se van destruyendo debido a su extrema fragilidad. Usa un material muy noble como el papel que interviene únicamente con óleo pastel, entonces la obra desprende un olor a lino y a trementina que condensa poeticamente toda la historia de la pintura. De la misma manera Jorge Lezama establece un territorio alusivo a la escritura, una textura gráfica que estalla y opera como una cita, sobre el cual su trazo permite leer la huella de una pulsión y su desgaste.
Similar es el caso de las obras de Sofía Berakha, Melodrama panorama consta de un grupo de pinturas cada una compuesta de distintas capas en las que desprende con delicadeza diversas tramas mediante la superposición de distintos tejidos como sedas, linos que habitan en la misma superficie y cubre con nylon al estilo de los libros escolares, como protección y también como pintura. Lo sorprendente es que utiliza para ello elementos exógenos a la tradición pictórica, como alambre de red o las arandelas de ferretería vinculados más a la industria que al mundo del arte, elementos concretos señalados y utilizados al estilo de Iommi. Ambos alcanzan una fuerza estética que excede a lo material.
Esas diversas capas –las de los materiales y la de las historias- convivirán en nuestro stand en el anclaje histórico y la permanencia de los relatos.
Esta reunión de artistas con distintas trayectorias y lugares de origen condensa el proyecto que rige la galería Aldo de Sousa desde su comienzo en 1972, y con la que queremos festejar nuestros 45 años de apoyar y difundir el arte latinoamericano; una invitación para revelar los elementos que yacen ocultos sobre la superficie y nos ofrecen posibilidadesnuevas, grandes, distintas; creo que rozaremos la felicidad.