Aldo de Sousa
Del 4 de marzo al 6 de abril de 2021
La clásica concepción del organismo humano propone al cuerpo como una estructura física compuesta por aparatos y sistemas de distinta complejidad ya sea el circulatorio, esquelético, inmunológico, etc. A partir de la lectura deciertos autores, Diego de Aduriz descubre el cuerpo eléctrico, aquel sistema capaz de canalizar lo artístico o lo poético y cuyo análisis se materializa en sus obras recientes. También se ocuparon del cuerpo eléctrico Lana del Rey, Sisters of Mercy en los años ’80, y Walt Whitman:
Yo canto al cuerpo eléctrico,
Me abrazan los ejércitos de quienes amo y yo los abrazo,
no han de soltarme hasta que yo vaya con ellos, hasta que les responda,
hasta que yo los purifique y los colme con la carga de mi alma.
Es recurrente encontrar en la obra de Diego de Aduriz infinitas referencias. En este caso, se abocó además, al “centro de gravedad permanente” teoría abordada por Gurdjieff y Ouspensky en el Cuarto Camino para hacer referencia a la sumatoria de los yoes capaces de realizar un trabajo, dedespertar o recibir información e influencias de un orden superior provenientes del llamado círculo esotérico de la humanidad. En sintonía, de Aduriz reconoce que vuelve al dibujo una y otra vez como conjuro, como receptor o canal expulsor, como una radio. Esa radio funciona como eje en una exposición infinita, de 360º que se podrá visitar en la galería Aldo de Sousa hasta fines de marzo.