La obra de Luis Pazos se manifiesta en diversos medios, entre ellos la poesía ocupa un lugar fundamental. Sin embargo, el modo de abordar dicha práctica difiere de sus formas institucionalizadas. Esta actitud de empujar a los límites las disciplinas tradicionales y normatizadas es una constante en su trabajo. Sobre ese recorrido infiere La indiferencia es un delito. Soy Luis Pazos la primera exhibición individual del autor en la galería Aldo de Sousa.
En referencia al uso de la palabra, ya conocimos sus experiencias con las onomatopeyas, las derivas por los medios de comunicación y el uso visual de las letras. Esta vez, a sus 78 años, presenta una nueva obra compuesta de 20 grabados tipográficos que expresan en primera persona la desaparición forzada de distintos sujetos sociales “Soy la mujer desaparecida por que el hombre que me violó sigue libre” “Soy el pequeño empresario desaparecido por la economía de la especulación” “Soy el estudiante desaparecido por una educación totalitaria”
En sintonía, una página de la legendaria Hexágono ‘71, la revista/sobre de Edgardo Antonio Vigo en la que Pazos publicó en 1974 el poema visual “Dependencia - Liberación” realizada con sellos de goma en las que ambos términos aparecen superpuestos por la dupla “Anulado - Urgente”
Persiguiendo los mismos objetivos, la página impresa se desplaza al cuerpo a través de una serie de body-works o esculturas vivientes. Arco y flecha, Punta de lanza y Perón Vence se tratan de tres episodios de Transformaciones de masas en vivo (1973) serie recientemente adquirida por el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Una vez más, el orden disciplinario esta vez de los cuerpos es desafiado en la retícula que dibujan las baldosas del patio del Colegio Nacional “Rafael Hernández” de La Plata en la que Pazos “organizó” a los alumnos de Vigo -quien entonces se desempeñaba como profesor de dibujo en dicha institución- en una sucesión coreográfica de formas políticas evidenciadas en el PV de Perón vuelve.
En 1971 el Grupo de Experiencias Estéticas conformado por Héctor Puppo, Jorge de Luján Gutiérrez y Luis Pazos realizaría su última obra: Estilo de vida argentino en la VII Bienal de París. Se trató de una ambientación y una performance acerca de las costumbres, vestimenta, juegos y supersticiones del folklore argentino especialmente de aquellos aspectos estereotipadas por la mirada extranjera. En una reseña Pazos caracterizó al evento como “un mundo insólito, desconcertante (...) Para la prensa francesa fue una muestra de antiarte; para el público, un manicomio privado; para los niños, un parque de diversiones (...) frente al pandemónium que significó la postura de la ultra-vanguardia: el arte-actitud”.
Estos distintos momentos de la obra de Luis Pazos demuestran que el cuerpo y la palabra se configuran como dispositivo de activación, una alegoría de las masas populares como agentes de transformación colectiva bajo el imperativo la indiferencia es un delito.