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LIDO IACOPETTI: ALMANAQUES
por Ángeles Ascúa

Se acerca el final de la vuelta que da la tierra al rededor del sol y encuentra a Lido Iacopetti presentando su almanaque 2021. Con sus 84 años, Lido aún recuerda los calendarios de Florencio Molina Campos colgados en el almacén de su tío. El pintor costumbrista realizaba sus populares almanaques para la marca Alpargatas que los distribuía por todo el país. La gente atesora esa colección de imágenes que la prensa denominó “la pinacoteca de los pobres”. Continuando con ese legado, hace 28 años que Iacopetti realiza almanaques guiado por el deseo de que su pintura llegue a todos los hogares. Desde el 2002, miles de ejemplares se comercializan anualmente, los fondos en su totalidad son destinados a la Fundación para la Promoción del Bienestar del Niño de Pro Infantia de La Plata.



Para cada edición, Iacopetti realiza una serie de obras específica. Este año, cada una de las cuatro pinturas que la integran fueron hechas además sobre un grupo de bastidores encastrados que tituló Pictocósmognosis de los ensamblados de la década del setenta.

Vista de sala AdS Galeria, Arroyo 858.

 
 
Visualmente el sol es una mancha en el espacio, las nubes formas en transformación, las estrellas puntos luminosos; las percibimos a unas sin pedirles que sean las otras. Por qué entonces, querer que estas pictografías sean repetición de otras cosas y no algo en sí misma; porque en sí misma; tienen un objetivo cuya finalidad es depurar, alegrar; expresar una poesía visual que coopere a alcanzar ese mundo nuevo que sueña el auténtico poeta.
— Lido Iacopetti, Abril, 1974
 
 

Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2707/20, 100 x 100 cm, 2020. Obra disponible (consultar)

Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2713/20, 100 x 100 cm, 2020. Obra disponible (consultar)

Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2718-24/20, 100 x 100 cm, 2020. Obra disponible (consultar)

Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2725-31/20, 100 x 100 cm, 2020. Obra disponible (consultar)

Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2768-70/20, 30 x 63 cm, 2020. Obra disponible (consultar)

Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2768-70/20, 30 x 63 cm, 2020. Obra disponible (consultar)

Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2745-51/20, 180 x 200 cm, 2020. Obra disponible (consultar)

Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2745-51/20, 180 x 200 cm, 2020. Obra disponible (consultar)

(Detalle) Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2745-51/20, 180 x 200 cm, 2020.

(Detalle) Pictocosmognosis de los ensambles de los setenta IPA 2745-51/20, 180 x 200 cm, 2020.

Ese modo de producción está inspirado en las propias obras que el autor realizara en la década del setenta, de contorno irregular y fragmentario, como si en cada pieza uno podría encontrar múltiples escenas. Sugerentemente, encuentra que ambos momentos fueron de re-estructuración para la humanidad.

Pict 18-539, óleo sobre chapadur, 55 x 37 cm, 1975. Obra disponible (consultar)

Lido Iacopetti pintando en su taller, 1969.

Pict 17-509, óleo sobre chapadur, 146 x 69 cm, 1970. Obra disponible (consultar)

Pict 17-509, óleo sobre chapadur, 146 x 69 cm, 1970. Obra disponible (consultar)

Iacopetti pintaba esas obras sobre soportes rígidos como maderas o aglomerados, en ellos incluía inscripciones, deseos, actos de fe, a la usanza de los exvotos.

Paz, óleo sobre chapadur, 73 x 90 cm, 1972. Obra disponible (consultar)

En el pasado, Lido ya realizó ofrendas ambulantes, una serie de eventos como happenings en los que regalaba dibujos en lugares públicos, hechos sobre papel plegado de forma similar a las pinturas de 2021. También un programa de exposiciones en zapaterías, parrilladas o rotiserías de la ciudad. 

Este es otro episodio de esa misión por hacer de su arte un hecho popular, “Plasmar el símbolo universal que nos represente a TODOS, sin sectarismo ni divisionismo, sin avasalladores ni avasallados; sin explotadores ni explotados. Crear un mundo donde la armonía interna del ser se identifique con el cosmos, porque esa identificación permite la comprensión y cuanto más se comprende más se ama” (Iacopetti, 1973).

Dia del kilo, Rotisería Carioca, La plata, 1971.

Dia del kilo, Rotisería Carioca, La plata, 1971.

Pint 334, Óleo sobre chapadur, 100 x 50 cm, 1971. Obra disponible (consultar)

Pint 334, Óleo sobre chapadur, 100 x 50 cm, 1971. Obra disponible (consultar)

Pictocosmognosis de los ensambles de los universos IPA 2679/19, 180 x 160 cm, 2019. Obra disponible (consultar)


 
 
Credito fotográfico: Alday, Demian. Diario El día.

Credito fotográfico: Alday, Demian. Diario El día.

ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE

ALGUNAS PREGUNTAS
PARA LIDO IACOPETTI


 
 

AdS: ¿Cómo apareció la idea de hacer los calendarios?

LI: La idea surge desde chico, en el almacén de mi tío siempre estaban colgados los almanaques de Molina Campos y me impactaron. Por supuesto que se diferencian mucho, porque Molina Campos hacia sus cosas y yo hago lo que hago. En cierta manera, él fue mi inspiración, uno de los grandes artistas que admiro por su originalidad, por su capacidad, por todo. Los calendarios fueron al principio muy precarios, los hago hace 28 años. A través de la invitación del Dr. Mateos, desde el 2002 los realizo para la Fundación Pro Infantia.


AdS: ¿Para cada año pintas obras nuevas, específicas? ¿pensas esas obras como una edición, una muestra, un conjunto?

LI: Sí, desde que hago las obras de los almanaques para Pro Infantia las pienso como si fuera una edición y construyo específicamente una temática imaginaria plástica, no literaria. Las obras que conforman cada almanaque generan un conjunto y por eso tienen que estar siempre unidas. Por ejemplo he pintado sobre el niño, los soles o las lunas, temáticas que en muchos casos estuvieron basadas en el color. La del año pasado fue una intuición. En otra ocasión realicé cuatro soles y un quinto sol que fue justamente el de los virus, apoyado en mitología, si es que se puede llamar así, precolombina. Todas esas obras, asimismo, forman parte de la gran serie de la Pictocosmognosis que son esos conocimientos ocultos e intuitivos que me persiguen y que lo expreso en la pintura.


AdS: ¿Qué diferencia las obras de esta edición?

LI: Esta edición es muy especial porque al tener que remover las obras que se exhibieron el año pasado reaparecieron esas obras que yo hice en la década del setenta sobre hardboard o aglomerado. Quise volver a esa época. Por eso le llamo los ensamblados del ‘70 porque es en recuerdo a todos esos ensamblados que estaban hechos de esos materiales y pintados con acrílico. Por otra parte, en la década del ‘70 se vivió toda una reestructuración, un problema social muy particular que todos conocemos, y en este momento se da por otras circunstancias. Es como si se desfasara todo y yo quisiera unir todo, no lo sé, son esas intuiciones que después me las hacen ver muchas veces otras personas y que yo por ahí me dejo llevar.


AdS: Volviendo a los almanaques de Molina Campos, ¿qué encontraste en ellos?

LI: Siempre demostré interés incluso tuve una discusión cuando al Museo de Bellas Artes de la Provincia de Buenos Aires estaban los dos nombres en pugna: el de Molina Campos o el de Emilio Pettoruti, yo pugné por Molina Campos. Se impuso obviamente en la mayoría Pettoruti, los tipos como Molina Campos que son especiales, originales y se salen del contexto, siempre son mirados de reojo, por eso a mí me miraron siempre de reojo. No es lo mismo el Bosco que Leonardo y bueno, los tipos que son así, un poco marginales para su época, siempre son más resistidos y yo siempre cuento en esas cosas mi inspiración. Es decir, Molina Campos me gustó porque no era como todos, sus dibujos parecían como de una historieta o que no eran una obra de arte. ¿Y quién puede hablarme de obra de arte desde ese concepto? El arte siempre innova, siempre impone, siempre impacta. Lo otro está bien, está muy bien hecho, pero es lo que todos consienten. Pettoruti al principio fue resistido porque no conocían el cubismo acá, pero después todo el mundo se desfiló por ahí, en cambio Molina Campos, Picasso, Van Gogh no tienen seguidores porque es medio difícil seguirlos, tienen un estilo tan particular, una forma tan distinguida. Yo siempre hice eso y siempre admiré a esos personajes. Por eso admiro también a Xul Solar, a Gambartes, a esa gente que se sale, es decir, me gusta salirme.

Invitación Dia del kilo, Rotisería Carioca, La Plata, 1971.

Dia del kilo, Rotisería Carioca, La Plata, 1971.

AdS: En el pasado realizaste ofrendas, presentaciones pictóricas ambulantes -existe un interés por democratizar los espacios por los que circula tu obra, generar otros circuitos- ¿Esta acción se puede enmarcar dentro de dicho programa?

LI: Sí, está dentro del mismo programa. Esta es una de las partes de todas esas cosas que busqué hacer más popular, porque una cosa es como Warhol que hacía latas de embutido, y otra cosa es llevar la pintura a un lugar y mezclarla con longaniza o entre las zapatillas. Eso acá era una herejía. Fui un poco trabajador anónimo, fue un poco folklórico todo lo que hice ahí, siempre lo hice con ese sentido. Hubo gente que se ofendió, muy obtusas, muy cerradas que no ven más allá de la nariz. Muchos son medios ñatos así que no ven un carajo. A mí me gusta sumar, no restar, eso fue lo que hice siempre y he logrado alguna cosa. Siempre quise hacer una pintura nueva y hacerla de esta manera como la he estado trabajando.


AdS: Este año fue muy especial para toda la humanidad, en ese aspecto ¿cómo pensaste tu calendario 2021? ¿incidió de alguna manera?

LI: Hoy te estaba contando de los problemas del almanaque y, al contrario, hay que luchar. Mi viejo me enseñó eso y nunca me di por vencido, siempre seguí, siempre hago cosas y este año que la humanidad tiene que pasar por este aspecto, es un mensaje más. Como cuando nos inundamos, que perdí más de 100 obras. Estoy con la lucha, pero la lucha que sabemos todos, la de la vida, la de dar cosas. Como dije en alguna oportunidad, de todos los destinos el más hermoso es ser útil a los demás, eso es lo más hermoso que hay. Ser un tipo útil, dejar en este efímero paso que tenemos por la vida, algo. Y a pesar de todo y contra todo, me gusta seguir y seguir. A pesar de cómo tengo que soportar los años.


AdS: ¿Cuál es tu mayor deseo?

LI: El mayor deseo, hay uno que es la esencia de todo: que el mundo sea feliz, una humanidad plena, sana, sin prejuicios, sin tanta maldad. Yo se que es difícil superar el ego, superar el entorno. Además, no me gusta la gente que es bocadito fácil así que yo creo que todo el mundo tiene derecho a defenderse y a cuidarse y se que es así, pero el deseo es otra cosa. Yo deseo esa humanidad floreciente, esa humanidad que la he escrito y repetido tantas veces que no me gusta cansar, ese es mi mayor deseo. Y ahora yo puedo ser cínico y decir “ya va a pasar esto”; entramos en el quinto sol, ya lo pinté hace muchos años y es el de los virus. De aquí en más cambió todo, hay que cuidarse constantemente y si no somos un poco más aseados y cuidadosos del medio ambiente. A veces pareciera que somos microbios y contaminamos todo lo que tocamos, entonces guarda con eso. Tratemos de mejorar. Todas las mañanas le pido a esa figura que me regaló mi madre cuando me vine a La Plata y le digo “haceme mejor”, pido cada día ser una mejor persona, no un mejor pintor, mejor persona. Ese es mi mayor deseo que seamos mejores personas cada día.

 
Vista de sala AdS Galeria, Arroyo 858.

Vista de sala AdS Galeria, Arroyo 858.

Para adquirir un calendario, hasta el 31 de diciembre de 2020 los esperamos en nuestra sala de Arroyo 858, Buenos Aires.


 
 

_NOTAS

Siempre adelante siempre hasta la muerte, María Virginia Bruno

Más liviano que el aire, Verónica Gómez