DIEGO DE ADURIZ
DESGLOSE DE UN PAISAJE CON MASCARA
por Ángeles Ascúa

En el 2005, la célebre escritora María Gainza imaginaba “Si en esas sorpresas que a cada rato la pobre y presurosa inteligencia humana atribuye al destino, llegara a entreverse la existencia real de una migración de las almas, entonces no sería descabellado pensar que el cuerpo del joven Diego De Aduriz, nacido en 1977, pudiera estar albergando al mítico artista Xul Solar.” El vínculo es bastante predecible y emerge en la variedad de intereses como la religión, la metafísica, la mitología, el budismo, la astrología, el esoterismo, que confluyen en sus obras. También por la afección de los lenguajes inventados como se advierte en la serie de seres antropomorfos alados, los ángeles azules.  

Además del abundante sistema de referencias que los acerca, ambos artistas comenzaron y abandonaron estudios de arquitectura para dedicarse a la escritura. La vocación constructiva aparece en los dibujos de ciudades imaginarias, templos y castillos o en las torres que levanta para portar en la cabeza.

La metodología de trabajo de Diego de Aduriz es a través de layers o capas, como si se trataran de veladuras de pintura al óleo aunque realizadas con la libertad que puede proponer un software de diseño.

Otra coincidencia con Xul Solar fue el intercambio y colaboración con sus contemporáneos. El emprendimiento más reconocido de DDA fue el trabajo en conjunto con Juan Manuel Brandazza al gestar la marca "Brandazza de Aduriz" al prinpio del milenio y que en 2005  devino en "SEP7IMO". La colección El Diablo me obligó se presentó en la semana de la moda de Madrid, en New York, en el Consulado Argentino, dentro de la muestra Country de artistas de Belleza y Felicidad y en la Galería Hogar Collection de Brooklyn.

La referencia al místico número siete también se advierte en los colores del arcoíris que aparecen reiteradamente, o en los nombres de las letras musicales. En sintonía, las cartas asoman no sólo como un objeto si no como instrumento de elucidación, como las marcas visibles de una contingencia absoluta que conspira con los números y los símbolos para enviarnos misteriosos significados difíciles de interpretar. Pero este simple juego azaroso del destino nos recuerda que la realidad puede cambiar en cualquier instante.

El tercer ojo asoma recurrentemente, el autor señala que es el ojo que mira hacia adentro, que vive en un presente perpetuo, del tiempo de ayer, hoy y mañana, sin principio ni fin. O de la persona que obtuvo visión, a la manera chamánica. De esa cosmogonía se comprende “duendero”, otra de las profesiones de DDA que es asimismo una serie de dibujos los cuales abren un portal a mundos proverbiales.

En el 2008 durante la feria arteBA se organizó el ciclo Límite Sud, con curaduría de Roberto Jacoby y Vivi Tellas, para el cual DDA presentó Las naves, un desfile en el que “Un amigo, un modelo, un diablo, una belleza, un árbol, un antifaz, un cuerno en la cabeza, podrían decir: “en el día de hoy he sido tornasolado, casi lo mismo que cualquier otro día, pero un poco diferente”.